8 de septiembre de 2010

Dilemas de escribir en Tercera Persona

Sanborn sabe...
Sanborn siempre sabe...


"Veo unos ojos que no parpadean. Húmedos e iridicentes orbes que cortan a través de la mentira, y del desengaño. Que hacen humildes a los poderosos, y ponen a los titanes de rodillas. Su mirada es implacable, sin expresión. Su sonrisa se curva en algo que parece una sonrisa, con una luz arrogante.

Cada maldad que él ve.
Cada plan que conoce
Cada pensamiento que guardamos
Cada vergonzoso secreto
Cada oscuro deseo, que luchamos por esconder en lo profundo de nuestras almas... que negamos que existe siquiera... él lo ve.


¿Cómo nos tiene en cuenta ese vigilante desde su trono?
¿Desdén?
¿Entretenimiento?
¿Confusión?
¿Curiosidad?

Es imposible para alguien tan grande, comprender verdaderamente los modos de nosotros los mortales. Le tomó un largo tiempo a esta entidad abrir sus ojos, tiempo imponderable para mentes mortales. Y lo que vió reptando sobre este mundo le repugnó, pero aún así no podía apartar su mirada. Él continuaba vigilando, día tras día. El mundo era su lente, su Palacio... se convertía en su ventana.
Pero nadie lo vé, hasta que ya no importa. No sienten su peso encima, su opresiva presencia asfixiándolos.
Considerense afortunados.


¿Cómo engañás a una entidad omnipresente?

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