21 de febrero de 2011

Presagio


Presagio
-Supongo que ya no tiene sentido ocultarlo- dijo la mujer. La noche nos proveería de todo el tiempo que necesitáramos para charlar, y presagiaba ser una larga charla. La brisa viajaba en primera clase, fresca como el agua de río errante.
-Yo lo maté- continuó sincera. Las palabras quedaron flotando en el aire, mientras intentaba entender el porque de esa afirmación, aunque dentro tenía el presentimiento de que su disertación me daría las respuestas que yo estaba buscando. Su rostro lograba contorsionarse en muecas extrañas, algo difusas, como un lienzo a medio acabar. El yeso aún fresco guardaba sus similitudes con el rostro de aquella bella dama. Sin embargo, había algo raro en todo esto. Si bien, ella guardaba un distante sentido de culpa respecto a su reciente acción, su expresión me permitía leer todo lo contrario. Sus ojos lanzaban sombras sobre los mios.
-Creo que ya sabrás a donde va esto- espeté distante. O tal vez no lo supiera, una improvisación podría costarme caro, muy caro. Si iba a decir las cosas, iba a decirlas, no me tenía que andar con muchas vueltas. La miré fijo a los ojos, esperando una respuesta que me pusiera en una buena posición para empezar la inquisición.
-Vos buscas un porque, lo puedo ver en tu cara. Es interesante, hace mucho que esperaba impartir mi conocimiento a alguien tan curioso, tan merecedor- replicó elocuentemente. Un esbozo de insanidad irreverente y repentina acompañaba esa declaración. Me estaba perdiendo de algo.- Pero, me temo que si deseas saber algo, debes tener algo para entregar.- completó, sonando ingenua.
Un intercambio, que práctica sugerencia. No me vendría mal. ¿Qué es lo peor que podría pasar? Estaba abierto a todas las probabilidades sin haberlas exactamente contemplado. Los expertos simplemente le llaman "Impulso del Kamikaze". Consiste, en términos claros, en el impulso primitivo, que se aloja en el sistema límbico del cerebro humano. Este impulso parece actuar en momentos de stress, solo que mi caso parece ser la excepción que confirma la regla.
-Respuesta inteligente. ¿Que querés saber?- enuncié altivo, seguro.
-¿Cómo te enteraste de lo que pasó?- preguntó inocentemente la mujer.
-"¿Cómo me enteré?"- repetí atónito. Como si no fuera obvio. En el barrio, todos siempre se enteran de todo. Las noticias corren como regulero de pólvora. Chusma, son la más sucia chusma. Es casi estúpido pensar que nadie se entera de nada en el barrio. Todo se sabe, siempre. Aunque la respuesta me incomodaba de cierta manera. A mi no me lo había dicho nadie del barrio en particular.- Simple, yo descubrí el cadaver.
Silencio. Las luces se apagaron repentinamente. Escucho una silla moverse. Cayendo al piso. Tiré unos manotazos al aire, esperando encontrar un punto de referencia, o la mujer, pero no encontré nada a que aferrarme. Ella probablemente se había ido.
Un largo silencio de tumba imperaba en la habitación cerrada. La brisa, por algún extraño motivo había dejado de circular. El aire se volvia pesado minuto a minuto. El silencio parecía extenderse hasta el infinito, un segundo estirado hasta la eternidad. La cabeza me daba vueltas, y la mujer y la habitación giraban a un ritmo impresionante mientras yo me mareaba y caia inconciente. Una voz me llego a lo lejos, pero no era su objetivo ayudarme a volver en mí, sino parecía intentar alejarme de la realidad. Trato de respirar, pero no llego a tomar aire. Hay un agujero que no debería estar. Me toco el cuello y lo noto húmedo. El olor a sangre me inunda la nariz, sofocandome.
Me desperté bañado en sudor. El reloj me dice que es demasiado temprano, pero sé que no voy a recuperar el sueño, por lo menos no en esta semana. Prendo la tele, que siempre me regala alguna sorpresa. Aparecen las noticias, más de lo mismo. Siempre gente matándose, ya nada logra sorprenderme. ¡Oh, casualidad! Un asesinato más... en mi barrio. No puede ser, demasiada casualidad. Segui escuchando poco a poco la noticia, casi estupefacto. No cabía en mi cabeza, la idea de una premonición simplemente se me escapaba. Pero lentamente, cai en la aceptación. Apagué la televisión, esas últimas noticias me sonaban a la caida del Muro. Tiempo pasado, ya era problema de otro.
22-05-2008
Nate River


"Si caminas por el callejón correcto en Sin City, podés encontrar cualquier cosa"
Si browseas la parte indicada de los documentos, podés encontrar cualquier cosa"

Saludos,
Nate

PD: estaba medio abandonado, pero estoy a full con el manuscrito de Revelación, que necesita más trabajo del que yo inicialmente pensaba.

1 comentario:

Fany dijo...

Me encanta este texto... la verdad las descripciones, en este caso la descripcion de las sensaciones, me encantan... se te dan bastante bien... (aunque habrás tenido que currartelo lo tuyo, segun lei en otra entrada jeje).

Una premonición... me mola jeje, por cierto la frase "Si browseas la parte indicada de los documentos, podés encontrar cualquier cosa" jajajaj increiblemente cierto...

Un besazoo! ^^