En ese momento, King hizo fuerza apoyándose sobre un codo, y aunque le fallaban claramente las fuerzas, tenía la voz seca y firme.
-Ella te necesita. Y tú la necesitas a ella. Ahora déjame en paz. Reserva tu odio para los que se lo merecen más que yo. Yo no he creado tu ka al igual que no he creado a Gan ni al mundo, y ambos lo sabemos. Olvida tu estupidez, y tu tristeza, y haz lo que quieres que haga yo. -King elevó el tono de su voz hasta convertirlo en un rudo grito; levantó una mano y cogió a Roland por la muñeca con una fuerza asombrosa.
¡Termina el trabajo!
..."
Estoy en eso, Stephen.
Estoy en eso.
2 comentarios:
Te esperamos, como siempre.
Besos N, ya te eestoy extrañando.
Estas hecha un amor. Y bastante intratable, la verdad. Yo también te extraño.
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