8 de febrero de 2013

Un fragmento, para el público.



"La soledad y Método nunca habían sido extrañas entre sí. Y de su relación, se podría decir que ambas partes habían sacado lo mejor de la otra. Pero ahora, que disfrutaban de una intimidad tan usual, como respetada y amada, nadie parecía tener nada que decir. Método levantó la mirada de la barra hacia la escalera que se había devorado a sus compañeros con la promesa de compañía femenina, sueño revitalizador y preparaciones finales… pensando que tal vez debería unirse a ellos en el último descanso bajo la reconfortante familiaridad del techo de Muranir.
Pero, al lavar el vaso que Istel había intentado usar, Método comprendió que su noche realmente estaba lejos de terminar. La palanca, lo esperaba bajo la barra, entendiendo la necesidad que le picaba en el alma. Un último adiós, un saludo final. Tiró de la palanca, y el pasadizo se reveló en el centro del salón. Descendía hasta el centro mismo del mundo, o tal vez se detuviese un poco antes. “A mí no me importaría tener que caminar menos. Esta pierna se está volviendo una molestia atroz y no se hace amiga de las escaleras” se dijo a sí mismo, al tiempo que recordaba porque había dejado afuera ese pequeño detalle. Tal vez se debiese a que la cojera todavía era disimulable, o tal vez no era de su agrado que lo viesen como el inválido que realmente era. La cuestión era, que la escalera en caracol podía convertirse en una molestia sobrenatural en años venideros.
La escalera lo recibió con el vaho de los años; el aroma a desierto, lucha y muerte ascendió por el pasadizo e impregnó los sentidos de Método. Le dio la perspectiva que necesitaba para encarar lo que estaba a punto de hacer. Había pasado bastante tiempo desde la última vez que había hecho el viaje, y temió que la perspectiva fuese demasiado horrible para contemplarla. Tal vez las cosas hubiesen cambiado drásticamente. Aunque, sólo había una manera de averiguarlo."

Esta noche lo termino, lo juro por el rostro de mi padre.


Y lo voy a terminar para vos, porque te lo debo.

2 comentarios:

Sá dijo...

Para mi?

Nate Ridenour. dijo...

De todo lo que hay en la novela, esto es lo único que es sincera, y realmente tuyo.