26 de diciembre de 2011

Exiliados (V)

" – ¿Tienes un nombre? –el recién liberado tenía los pies ligeros, rápidos para despertar del letargo del cautiverio.
– ¿Realmente importa? ¿Tienes tú un nombre?
–Mi nombre es Dil’Nagh. Se me llama el Corredor del Desierto. Soy un Capitán del Ejército del Puño Rojo. Y la leyenda de tu grandeza recorrerá las tierras de las que soy oriundo. ¡Tú me has salvado la vida!
–No es la gran cosa. Y tus tierras, Gobadian sospecho, marchan hacia la guerra con los humanos. Así que dudo que esa “vida” de la que tanto alardeas dure mucho. ¿Qué hiciste para acabar aquí abajo?
–Intenté asesinar a un paladín de importancia. Responde al nombre de “Naldir” –explicó rápido el orco, pero él tenía otros intereses en mente. Como zanjar la cuestión del verdadero significado de la libertad para el demonio–. Entonces, ¿por qué molestarse?
–Porque a nadie debería negársele la libertad. En este mundo se puede vivir, y se puede morir. Incluso se puede repetir la experiencia si no te gustó a la primera. Pero siempre libre. Y mi nombre es Iasarnis
El orco se detuvo en seco al oír las palabras del demonio.
– ¿Y qué hay acerca de la lealtad?
–La lealtad. Las cadenas llevan muchos nombres, algunas se llevan a voluntad. Esa lealtad de la que te vanaglorias es una de ellas. Es algo de propia elección "



¿A qué le soy leal?

Este es uno de los fragmentos de lo último de "Exiliados" el parche que acabo de terminar. Uno de los más complicados, creo que ya lo aclaré (ya ni me acuerdo de lo que posteo, tengo que pegarle una revisada intensa a todo el blog... probablemente lo haga antes de fin de año) por cierta simultaneidad que se dá entre las tramas de Naldir, Dalubris y Elianís... junto con este último demonio, Iasarnis.

A grandes rasgos, Naldir vuelve a la Ciudadela luego de un largo exilio y la encuentra bastante cambiada. Más oscuro que nunca, su hogar ahora es el hogar de asesinos, ladrones, cultistas, demonios y, para su pesar, uno de sus héroes ha caído. Prodigio está muerto, y él no pudo hacer nada. Al mismo tiempo, Dalubris y un grupo de incursión (en el que se encuentran Iasarnis y Elianís) desembarcan en la ciudad para tomar por asalto el cuartel de la Orden. Iasarnis queda a cargo de los demonios, mientras el Asesino y su alumna se dirigen a interceptar a Naldir para cumplir una promesa hecha hace mucho tiempo.
Los acontecimientos se desenvuelven de manera tal que Elianís finalmente entiende las razones detrás del comportamiento de Naldir,  las acepta... mientras que Iasarnis logra sabotear el Muro (la principal razón detrás de las cacerías de demonios que la Orden organiza) Y la última parte queda Iasarnis conjurando el escape para todos los demonios, mientras Naldir se despide el espectro demoníaco que antes era su esposa.

Dicen que me quedó lindo y, por primera vez desde que estoy en esto, estoy de acuerdo xD

Saludos,
Nate

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