-Creo que ya me olvidé por qué vine acá en primer lugar...
-¿A qué te referís?
-Si, vine a descomprimirme. Lo logré, con creces. Vine por un laburo... bueno, eso se pinchó, pero era bastante irrelevante. La entrevista era la excusa para las vacaciones, no al revés. Vine a terminar la novela... y eso va bien. Demasiado bien. Tan bien que asusta...
-¿Y por eso te quejás?
-No es que me quejo... pero, calculale... si se hubiese dado lo de la entrevista, y hubiese entrado, ¿iba a poder quedarme acá? ¿Iba a ser posible para mí anticipar todo lo que extraño Buenos Aires, incluso a menos de un día de irme para allá? ¿De cómo extraño a la gente que me espera? Si me quedaba acá, ¿iba a poder vivir con eso en la espalda?
-No vas a quedarte, igual. Es medio tonto eso que decís. El "What if..." es eso nada más. Es imaginativo, y te va... pero tenés que ponerlo en su lugar. La especulación, fuera del ámbito financiero, no sirve. Y a eso le pongo la firma.
-¿No te hartás de tener razón?
Gracias por darme los mejores días de mi vida, M
Nunca voy a poder dejar de agradecerte.
1 comentario:
De nada, N.
Volvé pronto :)
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