No entiendo como esto no llegó a ser algo recurrente por estos lares.
El aspecto "catártico" en
la escritura.
O,
mejor dicho, "cuánto de ti vuelcas cuando escribes"
Es
complejo, aunque dos premisas que discurren de la afirmación parecen apuntar a cosas distintas:
"escribir
para uno mismo"
Si,
ok. Te pasó algo horrible, y la única manera de sacártelo del
pecho es lanzando tus versos cargados de verborragia, poder, fuerza y
verbo, sobre el pobre pedazo de papel que tenes enfrente. En mi
camino como lector, y como escritor, me he encontrado con gente que
simplemente parecía llevar poesía adentro. Que era fiel a sus
circunstancias, a su estilo, a lo que pensaba y a lo que defendía a
capa y espada. Ni una gota de mentira en sus palabras, y eso era
admirable. Añoro volver a encontrarme con gente así en un futuro
cercano. Ahora que me acuerdo, me hacían muy bien.
"el
impulso de darlo -y darnos- a conocer"
Sí,
bien. Muy bonito todo. Pero, cuando hemos estallado de manera creativa, alguien... en algún
lado, tiene que leerlo. Algunas interrogantes salen a nuestro encuentro rápidamente. ¿Qué queremos mostrar? ¿Cuán
receptiva será nuestra audiencia? Estas no son preguntas simples, y
son preguntas que acojonan terriblemente a los escritores. Pero, como
la mayoría de estos asuntos, solamente puede ser resuelto con una
zambullida de lleno. No importa lo que piensen los demás, para vos
esta bien.
Y
con esa última frase quiero terminar la respuesta:
"No
importa lo que piensen los demás, para vos esta bien."
Porque
en ella... confluyen las dos premisas. El deseo de darse a conocer, y
la integridad de no perder la propia identidad en los gustos de los
demás.
No sé por qué no escribí esto antes. La verdad que no lo entiendo. Tal vez no era funcional. Tal vez se trataba de escribir... Y no tanto analizar el por qué (la pregunta fundamental) escribir.
2 comentarios:
Leí rápido lo de "escribir para uno mismo" y lo confundí con "escribir para un monstruo"... Quizá era porque lo estaba leyendo yo.
Es un alivio, después de algunos años lo notaste. Era como volver después de la peluquería y que un novio no note el color nuevo de pelo.
Quizá era porque estabas viendo Supernatural. Pero el significado era medio ambivalente.
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